Por muchos años no supe afrontar que me gusta es locutar y llevo años postergando este sueño por varias razones personales. Antes de iniciarlo me nace hablarlas claro.
Todos tenemos diferentes trabas mentales, algunas más pintorescas que otras. Una de las que yo he tenido es mi investidura de psicólogo, no sé realmente si fue idea mía, una imposición de la gente de cómo comportarme o una mezcla exótica de ambas.
La psicología y la locución son profesiones muy distintas, se espera que un psicólogo sea muy reservado, ecuánime y pasivo mientras que de un locutor todo lo contrario. Yo tengo estas dos facetas contrastantes en mi personalidad: por un lado soy analítico y muy serio, por otro soy extrovertido y espontáneo.
La psicología y la locución son profesiones muy distintas, se espera que un psicólogo sea muy reservado, ecuánime y pasivo mientras que de un locutor todo lo contrario. Yo tengo estas dos facetas contrastantes en mi personalidad: por un lado soy analítico y muy serio, por otro soy extrovertido y espontáneo.
Durante mucho tiempo tuve miedo de arruinar mi carrera de psicología si mostraba esta otra parte de mí, una versión más abierta, directa y loca.
Finalmente decidí correr el riesgo de ser yo mismo, no se puede vivir una mentira ni representando el personaje que los demás esperan de uno.
Esto lo aclaro porque presiento que en algún momento estará en jaque mi calidad como profesional en psicología y vendrá el temido reproche social "Ay ¿Un psicólogo diciendo esto?", "Qué clase de psicólogo...", "¿Y así atiende a la gente?", "Está loco" o demás frases para desprestigiar mi trabajo en esa área.
Esta es mi respuesta para esos "golpes que no han llegado" (como les dijo un amigo que le pareció ridículo que tomara algo de mi tiempo para escribir este texto):
Esta es mi respuesta para esos "golpes que no han llegado" (como les dijo un amigo que le pareció ridículo que tomara algo de mi tiempo para escribir este texto):
Al respecto el Código de Ética del Colegio Profesional de Psicólogos de Costa Rica me compromete únicamente con mis consultantes a actuar con un claro marco de respeto y profesionalismo aplicando las técnicas terapéuticas pertinentes para cada caso (como siempre lo he hecho). Así que no esperen de mí que me comporte como "un psicólogo" fuera de las cuatro paredes de mi consultorio cuando no estoy trabajando.
Todo lo que voy a plantear en esta página lo digo desde mí y no desde la silla de profesional en psicología. Prefiero que las dos cosas se mantengan separadas y en su lugar, esta es una página de humor, entretenimiento y locución, y no una destinada a la psicoterapia.
Eso era lo que necesitaba expresar para estar en paz con ustedes y conmigo.
Gracias por leerme,
Arnoldo.
Gracias por leerme,
Arnoldo.
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